martes, 6 de mayo de 2014

Cerámica de decoración 'cardial'

La cerámica cardial recibe ese nombre por estar decorada con impresiones del borde dentado y sinuoso de conchas de berberecho, un bivalvo llamado tradicionalmente Cardium (o algún derivado como Dinocardium o Acanthocardia) porque su forma general recuerda a la de un corazón. Aunque se usaron diversas especias, éstas, han sido determinadas casi siempre como Cerastoderma echinatum, o algún otro miembro de la familia Cardiidae. Dado que los Cardiidae no eran el único motivo decorativo de este tipo de cerámica (pues incluye impresiones de dedos, o digitaciones y ungulaciones, impresiones con un punzón, cordones, etc), a veces se prefiere la denominación de cerámica impresa.


La cerámica cardial es característica de uno de los primeros estadios del Neolítico de la cuenca mediterránea, durante los milenios sexto y quinto antes de Cristo, abarcando las zonas costeras desde el área de los Balcanes hasta las costas del Levante español. Aunque su influencia llega a alcanzar las costas atlánticas europeas.
Existe cerámica decorada con el borde dentado de un bivalvo también en las costas atlánticas africanas, como por ejemplo en los enormes concheros del Parque Nacional del Banco de Arguin, en Mauritania, o en las islas Chafarinas. 

Origen
Es difícil determinar el origen de la cerámica cardial. Los ejemplos más antiguos proceden de Siria y Líbano, en el séptimo milenio, donde existía una antigua tradición de cerámica impresa con conchas de moluscos. En Europa tenemos antecedentes en la cultura denominada "cultura pre-sesklo" de la zona de Tesalia (Grecia), donde parecen encontrarse los más antiguos ejemplares de impresiones cardiales del sexto milenio. Sin embargo, si exceptuamos la propia cerámica, esta cultura carece de otros rasgos neolíticos, ya que los restos nos hablan de cazadores, recolectores y pescadores, habitantes de cuevas, con una panoplia típicamente mesolítica, probablemente culturizados por otros pueblos más avanzados, los cuales sí conocerían la agricultura y la ganadería.
En ese mismo milenio, sin abandonar su tradición económica (caza, recolección, pesca) parece haberse producido la transición, a incorporarse las características plenamente neolíticas como el cultivo de cereales, la ganadería de ovicápridos y una mayor presencia de la cerámica impresa que se enriquece con nuevos motivos decorativos.

martes, 29 de abril de 2014

La civilización minoica y su cerámica

La cerámica minoica es más que una útil herramienta para datar la civilización minoica. Su rápida secuencia de estilos artísticos revela el placer en la novedad, y además ayudan a los arqueólogos a asignar las fechas relativas de los estratos arqueológicos. Jarras conteniendo aceites y ungüentos, exportados desde siglo XVIII a. C. de Creta, han sido encontradas en sitios a través de las islas egeas y el continente griego, en Chipre, a lo largo de la costa de Siria y en Egipto, mostrando los altos contactos comerciales con los minoicos. La excelente cerámica llamada cerámica de Kamares y la del Minoico final estampadas de "estilo marino" son los puntos álgidos de la tradición cerámica minoica.


Cronología tradicional
La cronología tradicional para datar la civilización minoica fue desarrollada por Sir Arthur Evans en los primeros años del siglo XX. Su terminología y la propuesta por N. Platón aún se usa en general y es la que aparece en este artículo.
Evans clasificó la cerámica según los cambios en su forma y estilo de decoración. Platon se concentró en la historia episódica del Palacio de Cnosos. En la actualidad existe un nuevo método todavía en pañales, el análisis de la estructura, que pone el énfasis en el análisis geológico de la arena y sobre todo de pedazos de cerámica no decorados como si fueran rocas. La clasificación resultante está basada en la composición de los trozos de cerámica.

Minoico Antiguo
Una breve introducción sobre el tema de la cerámica minoica de la primera época sigue a continuación. Trata sobre los estilos mejor conocidos, pero no debe ser considerada completa. Una variedad de formas son conocidas. En general, el período se caracteriza por un gran número de artículos locales con frecuentes paralelismos o importaciones cicládicos, lo que sugiere una población de mestizaje étnico proveniente de varios emplazamientos en el Egeo oriental o incluso de origen más amplio.

miércoles, 23 de abril de 2014

La cerámica, arte de Sevilla

La cerámica sevillana tuvo una influencia importante en el siglo XVI en las relaciones comerciales de Sevilla con las Indias Occidentales y con el resto de Europa, especialmente con Italia, habiéndose establecido en Sevilla oficinas de la banca genovesa. Las inmensas riquezas que llegaban del comercio de ultramar atrajeron a comerciantes flamencos, alemanes, genoveses, venecianos, etc., aumentando la demanda de obras de arte y elementos decorativos, incluyendo la cerámica de alta calidad.


Productos
La producción de cerámica sevillana ha sido muy variada, basada en productos destinados al revestimiento ornamental, como el azulejo, la baldosa, el tocho o eminentemente funcionales como macetas, cuencos, búcaros, cántaros, etc. y ha tenido una larga tradición histórica. El centro de producción de cerámica más importante que ha tenido Sevilla ha estado ubicado desde los tiempos romanos en el barrio de Triana, consolidándose durante el periodo musulmán. A comienzos del Renacimiento hubo varios alfareros extranjeros que enseñaron el arte cerámico a los olleros trianeros, siendo uno de los más relevantes el artista italiano Niculoso Pisano, quien a principios del siglo XVI, introdujo en la cerámica sevillana el estilo renacentista y el azulejo plano pintado, sus obras más destacadas fueron el altar de la Visitación en los Reales Alcázares y el revestimiento cerámico exterior del monasterio de Santa Paula. Esta nueva modalidad, que convivió durante un tiempo con las técnicas de la cuerda seca y la de arista, fue consolidada por Cristóbal de Augusta, del que sobresalen la azulejería del palacio gótico en el Alcázar sevillano.

La Cartuja
A principios del siglo XIX, el comerciante inglés William Pickman abrió en Sevilla y Cádiz establecimientos para la importación de vajillas inglesas estampadas. Le sucedió su hermano Charles Pickman, quien en 1838 inició la fabricación de las mismas piezas en Sevilla ocupando la Cartuja de Sevilla, llegando a producir piezas distinguidas para la aristocracia y la burguesía. Las piezas estampadas de estilo inglés reproducía grabados de cobre con diseños que reflejaban el gusto por la naturaleza y las ruinas, mostrando motivos como jardines, bosques o palacios; temas orientales, con pagodas y lagos; o el deporte, con escenas de caza e hípica. Pickman recibió en febrero de 1873 el título de Marqués de Pickman.

Fuente: Wikpedia Cerámica sevillana

jueves, 10 de abril de 2014

La cerámica en México


La cerámica y la alfarería en México surge desde miles de años antes del periodo precolombino, cuando el arte de la cerámica y la alfarería se desarrollaron con las primeras culturas y civilizaciones avanzadas de Mesoamérica. Con alguna excepción, las vasijas prehispánicas no estaban vidriadas, sino más bien pulidas y pintadas con colores de engobe. El torno de alfarero era desconocido; las piezas estaban realizadas por medio de moldes, colombín y otros métodos.


Maceta de pared. Cerámica Talavera
Mexicana / Imagen: Mercado Libre

Después de la conquista Española, las técnicas y los diseños europeos se fueron introduciendo y mezclándose con las tradiciones nativas. Las tradiciones indígenas sobreviven en unos pocos artículos de cerámica como los comales. La cerámica se produce a partir de elementos básicos como platos, utensilios de cocina a nuevos objetos, tales como esculturas y de arte popular mexicano. A pesar de lo destacado de estos elementos, la mayor parte de artículos de cerámica producidos en el país son pavimentos y revestimientos cerámicos, junto con accesorios de baño. México cuenta con una serie de famosas tradiciones artesanales de cerámica, la mayoría de las cuales se encuentran en el centro y el sur del país. Algunos ejemplos son la Talavera poblana, la mayólica de Guanajuato, las distintas vasijas de la zona de Guadalajara, y el barro negro de Oaxaca. Una más reciente es la producción de vasijas y cuencos de la cerámica de Mata Ortiz en Chihuahua. Aunque el número de artesanos ha ido disminuyendo debido a la competencia de los artículos producidos en serie, la elaboración de arte popular y de consumo, todavía tiene un papel importante en la economía de México y la producción de la cerámica en general sigue siendo importante para la cultura mexicana.

Historia
La fabricación de alfarería comenzó a reemplazar los utensilios de piedra en el periodo Purrón (2300-1500 a.C.). Muchas de estas primeras cerámicas fueron hechas en forma de calabaza como una continuación de cuando estos vegetales fueron utilizados para transportar líquidos. Estas lozas de barro se convirtieron en una tradición en la alfarería, que utilizaba sobre todo arcilla natural con un recubierto fino de engobe. La mayoría de las arcillas en México necesitan templarse para regular la absorción de agua, con la excepción de la arcilla utilizada en la cerámica Anaranjado Delgado de la costa del Golfo de México. 

Fuente: Wikipedia Cerámica mexicana

viernes, 4 de abril de 2014

Cerámica gallega de Sargadelos

La cerámica de Sargadelos es una famosa cerámica elaborada en Sargadelos (municipio lucense de Cervo, Galicia, España). La primera fábrica fue creada a principios del siglo XIX por Antonio Raimundo Ibáñez y que tras varias generaciones acabó cerrando en 1875. A partir de mediados del siglo XX, Sargadelos forma parte de un grupo de empresas del setor, el grupo Sargadelos -al que pertenece igualmente la cerámica de Castro-Sada- gracias al impulso del ceramista Isaac Díaz Pardo, basada en coloraciones en tonos azulados.


Antonio Raimundo Ibáñez, notable enciclopedista de familia hidalga de escasos recursos, dedicado desde muy joven a negocios de importación, introdujo inovaciones tecnológicas para sus fábricas. Asentado en Ribadeo, inició una industria siderúrgica, y en el año 1806 creó conjuntamente una manufactura de cerámica que estuvo en sus primeros tiempos dedicada a la fabricación de loza fina para vajillas con estampación e influida de la loza inglesa, en aquel tiempo muy valorada. En 1808, tras el éxito de la inauguración de la fábrica de cerámica, Carlos IV le condecoró con la Cruz de Carlos III, otorgándole los títulos de marqués de Sargadelos y conde de Orbaiceta. 

Como consecuencia de la guerra de la independencia y sus sucesos revolucionarios, Antonio Raimundo Ibáñez fue asesinado el año 1808, sucediéndole en el cargo de la fábrica su cuñado Francisco Acevedo, quien contrató para la dirección de la misma al portugués Antonio Correa de Saa.

A partir de esta nueva dirección de la fábrica produjo un tipo de cerámica decorada con filetes en rojo y azul y escudos en oro. Correa decidió en 1829 montar su propia fábrica por lo que la dirección de Sargadelos recayó en esa fecha en Hilario Marcos. Las vajillas de ese tiempo eran realizadas en blanco, sin ser posible la competencia con las piezas inglesas, deseo de su fundador. Al pasar la propiedad de la fábrica a José Ibáñez por la muerte de su padre en 1832, se formó una sociedad con el sevillano Antonio de Tapia  con el finde emprender de nuevo "la fabricación de loza fina", contratándose como director al inglés Richard, cargo que ejerció hasta 1842. Durante este tiempo murió prematuramente José Ibáñez y su viuda debió ponerse al frente ya que su hijo era menor; debido a la débil situación económica de la empresa tuvo que arrendarla en 1845.

La fábrica de cerámica pasó por cuatro etapas, cada una con sus característicasm, cerrándose definitivamente en 1875. En el último tercio del siglo XX resurgió la manufactura de cerámica en Sargadelos, ocupando edificios nuevos y respetando las ruinas antiguas como conjunto Histórico-Artístico, nombramiento que le fue dado en 1972.

lunes, 31 de marzo de 2014

La cerámica de Grecia

La cerámica griega incluye lo que comúnmente se conoce como vasos griegos o pintura de vasos griegos. Nacida en el Oriente Próximo, el arte de la cerámica alcanzó en la Antigua Grecia un alto nivel de calidad artística. Constituye un testimonio fundamental sobre la vida y la cultura de los antiguos griegos.

Se conservan numerosos ejemplares de vasos y probablemente representa una parte ínfima de la producción: más de 50.000 vasos provenientes de Atenas subsisten. Por otra parte, los otros objetos han sido destruidos, por el tiempo (madera, tejidos, pigmentos de pintura), o por la mano del hombre, o para su reutilización (piedra, bronce, metales preciosos). Aunque sea fácil destruir un vaso, es muy difícil hacerlo totalmente: los fragmentos pueden aún hablar.



Puede dividirse en una amplia tipología. Entre sus variantes está el estilo geométrico.

El arte geométrico floreció en los siglos IX y VIII a. C. Se caracteriza por nuevos motivos, rompiendo con la iconografía minoica y micénica: meandros, triángulos y otras figuras geométricas (de ahí proviene el nombre del período). Están dispuestos en bandas separadas de las zonas negras por líneas triples. Pasado el tiempo, el equilibrio entre las bandas decoradas y las bandas sombreadas se rompió en favor de la decoración: los meandros y otros motivos terminaron por cubrir todo el vaso.

Mientras que en el geométrico antiguo (c. 900 a. C. -850 a.C) no se encuentran motivos geométricos, en el que se conoce como estilo de "Dipilón negro", que se caracteriza por un amplio uso de barniz negro, en el geométrico medio (c. 850-770 a. C.), hace su aparición la decoración figurativa con los primeros frisos de animales idénticos (caballos, ciervos, cabras, ocas, etc.) que en adelante alternan con las bandas de motivos geométricos. Paralelamente, la decoración se complica y se vuelve cada vez más abundante: las zonas vacías se rellenan con rosetas o esvásticas decorativas. Este paso es llamado "horror vacui" y no terminará hasta el final del estilo geométrico.

Fuente: Wikipedia Cerámica Griega

viernes, 21 de marzo de 2014

La cerámica en Atenas

La cerámica ática designa la producción de cerámica en esta región, con centro en Atenas. Con cerca de 20.000 piezas áticas de figuras negras, que constituye el más largo y al mismo tiempo la colección de cerámicas más significativa, seguido únicamente de la cerámica ática de figuras rojas. Los alfareros áticos se beneficiaron de la excelente arcilla rica en hierro del Ática. La gran calidad de las figuras negras tienen un, uniforme, brillante, recubrimiento negro como la brea y el intenso color de la terracota de la arcilla fue meticulosamente suavizada. La piel de las mujeres siempre se pintaba con color blanco opaco, el cual fue usado frecuentemente para detalles individuales en representaciones de caballos, vestidos y ornamentos.


Los más destacados artistas áticos elevaron la pintura de vasos a la categoría de arte gráfica, pero un gran número eran de calidad media y producidos para el mercado de consumo masivo. La extraordinaria significancia de la cerámica ática se debe a su repertorio casi interminable de escenas que cubren una amplia gama de temas. Estas proporcionan ricos testimonios sobre todo en lo que respecta a la mitología, pero también en lo referente a la vida cotidiana. Por una parte, prácticamente no hay imágenes que se refieren a los acontecimientos contemporáneos. Tales referencias son evidentes sólo ocasionalmente en forma de anotaciones, por ejemplo cuando las inscripciones kalos se incluían en un vaso. Las piezas fueron producidas para el mercado interno, por una parte, y eran importantes para las celebraciones o para los actos rituales. Por otro lado, también fueron un importante producto de exportación vendido en toda el área mediterránea. Por esta razón la mayor parte de los vasos provienen de las necrópolis etruscas.

Primer período (633-570 a.C.)
En la década del 630 a. C. aparecieron los primeros pintores áticos que utilizaron las figuras negras para el conjunto de los vasos cerámicos. 
Atenas importó de Corinto la técnica de las figuras negras y los frisos de animales, dominantes en aquella polis.